En ninguno de los quince mil textos existentes de los antiguos mayas está escrito que en el año 2012 se producirán grandes cataclismos. Tan solo en dos glifos hay dos inscripciones que señalan al 2012, pero solamente como el final del periodo. Ante este cierre del ciclo los profetas modernos auguran que un agujero negro en el centro de la galaxia al alinearse con el sol romperá el equilibrio, y este último arrojará una gran cantidad de partículas. Se modificará el eje magnético de la Tierra y las consecuencias serán nefastas.
Estas creencia en versiones apocalípticas fueron generadas en publicaciones esotéricas de la década de los años 70, en las que señalaban el término de la civilización humana para el 2012, fecha que coincide con el décimo tercer ciclo en el calendario maya y que corresponde al 21 de diciembre.
Para los antiguos mayas el tiempo no era algo abstracto, estaba conformado por ciclos y estos a veces eran tan concretos que tenían nombre y se podían personificar mediante retratos de seres animados, por ejemplo, el ciclo de 400 años estaba representado como un ave mitológica. Pero los mayas jamás mencionan que se vaya a acabar el mundo, jamás pensaron que el tiempo terminaría en nuestra época, lo que nos refleja la conciencia que alcanzaron sobre el tiempo, a partir del desarrollo matemático y de la escritura.
Los mayas se preocupaban por efectuar rituales que de algún modo garantizaran que el ciclo por venir sería propicio, y en el caso particular de 2012 sí se nota una insistencia en que aún en fecha tan distante se iba a conmemorar un determinado ciclo calendárico. Éste ha sido el meollo de la confusión. (No obstante, de acuerdo con los cálculos científicos actuales, la fecha astronómica precisa del fin de su ciclo sería el 23 y no el 21 de diciembre.)
También aclarar que los mayas legitimaban su poder mediante los calendarios y vinculaban a los gobernantes con esos ciclos y con dioses citados en relatos ancestrales o en mitos. Pero la correlación de calendarios está mal formulada y, por tanto, si no existe correlación, no existe profecía. La profecía no se basa en los textos de los mayas antiguos, sino que es una coincidencia. Ese día de diciembre de 2012 la Tierra estará alineada con el Sol y el centro de la galaxia. Asimismo, como el calendario maya termina un ciclo en 13.0.0.0.0 (lo que se ha calculado que es el 21 de diciembre de 2012), debido a que estos dos eventos coinciden en el mismo día, algunas personas han asumido que estaba previsto que los antiguos astrónomos mayas crearon su calendario para completar un ciclo en esta fecha internacionalmente, ya que marcaría el comienzo de una nueva era (pero no el Apocalipsis).
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